En Arcadina entrevistamos al fotógrafo José María Márquez: ‘En este río revuelto de Internet pescan los más espabilados’
En esta ocasión, tenemos el placer de presentaros a José María Márquez, un fotógrafo que en el trascurso de sus veinticinco años de reciclaje continuo, que le han llevado a montar su propia escuela de fotografía, ha aprendido a ser fiel y a respetar su mirada fotográfica. Un fotógrafo profesional cuyo trabajo abarca una gran variedad de géneros como el retrato, la fotografía de bodas, la fotografía empresarial o su obra personal. En su entrevista nos cuenta como llegó a montar su estudio de fotografía en el que todavía trabaja. Nos habla acerca de la finalidad de la creación de su reciente escuela y club de fotografía ComPhoto. Por último, opina sobre como ve el panorama actual de Internet en el que todos los fotógrafos se han visto envueltos y que es lo que considera más importante en su nueva web. Si quieres saber más sobre su trabajo y su particular visión de la fotografía sólo tienes que seguir leyendo.
Contenido
- ¿Quien es ‘José María Márquez’? ¿Qué te llevó realmente a querer ser fotógrafo?
- ¿Qué tipo de fotografía realizas? ¿Dónde te sientes más cómodo o qué género te atrae más?
- Recientemente has creado una escuela y un club de fotografía, ¿Qué es ComPhoto y qué te ha llevado a crearlo? ¿Cuál es el objetivo de este nuevo proyecto?
- Para alguien con tu experiencia y trayectoria profesional ¿qué supone dirigir una escuela de fotografía, empezar a impartir clases?
- ¿El fotógrafo nace o se hace? ¿Es necesario aprender fotografía?
- ¿Qué piensas acerca de la fotografía de hoy? Dónde sientes que estamos actualmente con los nuevos medios de comunicación, redes sociales, publicidad comprada en Google, etc.
- A lo largo de tu trayectoria, has sido galardonado con importantes premios, méritos y reconocimientos, ¿Qué se siente al ver que tu obra es reconocida?
- Ahora, hablemos de tu web ¿Porque decidiste venir a Arcadina?
- ¿Qué tipo de web tenías antes de conocernos?
- ¿Qué es lo que más te gusta de tu web actual?
- Y ¿Cuál es tu sueño?
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¿Quien es ‘José María Márquez’? ¿Qué te llevó realmente a querer ser fotógrafo?
Yo fui un chaval al que le encantaba el Jazz y el Blues, que estudiaba música y que había tocado la guitarra en distintos grupitos que intentaban abrirse camino en Granada. Pero la música no parecía ser un camino suficientemente serio para mis padres y mis tíos, así que empecé a estudiar Derecho por «recomendación» de la familia.
El caso es que a los tres años de carrera mi hermano Alfonso abrió un estudio fotográfico y me fue aficionando a la fotografía. Descubrirla y empezar a odiar el derecho fue algo simultáneo, y cuanto más profundizaba en ella más se me atravesaba la carrera.
Esa vez sí que seguí mi instinto; en esa época ya me sentía un músico frustrado y quería evitar sentir eso mismo respecto a la fotografía, así que a los 23 años ya tenía mi estudio abierto, el mismo en el que aún sigo.
¿Qué tipo de fotografía realizas? ¿Dónde te sientes más cómodo o qué género te atrae más?
Yo, como otros muchos, hago un poco de todo y la verdad es que me siento cómodo en todos los géneros fotográficos que toco. De hecho, pienso que no es para nada incompatible hacer hoy una boda, mañana un industrial, pasado unas retratos de bebé, un reportaje en un congreso o unos exteriores de comunión, etc. Por el contrario, asumiendo que cada género tiene un propósito distinto, el hecho conocer y poner en práctica las distintas técnicas que se usan en cada uno ha de enriquecer el resultado final de cualquiera de ellos.
En general me gusta el reportaje y fotografiar gente. Creo que narrar con fotografías cómo es un lugar o qué ha sucedido en un determinado acontecimiento es siempre un reto que pone a prueba al fotógrafo.
Recientemente has creado una escuela y un club de fotografía, ¿Qué es ComPhoto y qué te ha llevado a crearlo? ¿Cuál es el objetivo de este nuevo proyecto?
Gracias a mi amigo Arabesco, hace unos tres años tuve la oportunidad de ejercer como profesor de la asignatura «Retrato y Fotografía Publicitaria», en la escuela donde él imparte clases (Escuela Arte Granada). Hizo falta un profesor para un curso y me ofrecieron esa posibilidad. Acepté la propuesta, aunque te engañaría si no te dijera que fue bastante duro. Fue un año de constante esfuerzo pero finalmente la experiencia resultó gratificante y enriquecedora. Aprendí mucho y disfruté de la relación con los alumnos.
Sentía que el esfuerzo realizado no tendría sentido si no había una continuidad, así que al año siguiente decidí programar contenidos para dos niveles (iniciación y básico/avanzado) creando una pequeña escuela en mi propio estudio. Este año ha sido el segundo que imparto esos cursos que van de Octubre a Junio, dos horas a la semana.
El Club lo organicé a principio de este curso, alentado por varios alumnos de nivel básico /avanzado que me demandaban poder seguir aprendiendo y mantenerse en contacto con la fotografía.
En el Club no hay clases sino reuniones, aunque siempre se dedica una parte de ellas a formación. Yo lo dirijo pero soy un miembro más que participo en los proyectos comunes, que propongo retos, que ayudo en los proyectos personales, organizo quedadas, actividades, salidas, etc.
El objetivo principal del Club es el de compartir y disfrutar, por lo que tanto aficionados avanzados como profesionales pueden formar parte de él.
Este año emprendimos un ambicioso proyecto que ha significado un acicate extraordinario y que culminará con una exposición colectiva en Octubre. Se trata de la ilustración con imágenes de «La Liturgia del Olvido», un libro del poeta granadino Pedro Enríquez. Puedo asegurar que no recordaba disfrutar tanto del proceso creativo jamás; la estrecha cooperación con este gran artista de la palabra me ha abierto una puerta muy ilusionante, y un importante filón para trabajar en mi obra personal.
Para alguien con tu experiencia y trayectoria profesional ¿qué supone dirigir una escuela de fotografía, empezar a impartir clases?
Dar clases supone aprender para enseñar, y ambas cosas te aportan satisfacción.
La docencia significa una puesta al día continua y una revisión constante de tus conocimientos, hasta el punto, a veces, de poner en tela de juicio conceptos que tenías bastante asumidos.
No hay que olvidar que ello implica un gran sacrificio. Puedo decir que la mayoría de los fines de semana de los tres últimos años los he pasado preparando contenidos.
Pero a pesar del esfuerzo la relación con los alumnos te proporciona una gran satisfacción. Conoces a gente estupenda, de los que también tú aprendes, y que aunque sean exigentes, también agradecen y valoran tu voluntad y dedicación.
¿El fotógrafo nace o se hace? ¿Es necesario aprender fotografía?
Está claro que la fotografía es como cualquier otro lenguaje artístico: te puede encantar la música pero si no tienes el don del oído cualquier aprendizaje sólo te servirá para llegar a un cierto nivel técnico, pero no pasarás de ahí y, aunque no desafines, no tendrás ese «feeling» necesario para interpretar con gusto un tema o ese talento para componer que sea capaz de llegar a emocionar a quién lo escuche.
La fotografía es una herramienta sumamente accesible y universal. Cualquiera puede usarla, aunque cosa distinta es poseer esa capacidad innata para expresar ideas, conceptos, emociones, sentimientos y hacerlo con un sentido estético adecuado para cada caso.
Si hablamos de fotografía convencional, supongo que cualquiera puede aprender la técnica y llevarla hasta un nivel medio-alto para la mayoría de los géneros fotográficos, e incluso ejercer como profesional.
Aunque si nos referimos a comunicar y emocionar seguramente sólo comunica quién tiene algo que contar y sólo emociona quien tiene realmente el don y pone pasión al crear.
Estar presente en la red de una forma conveniente se ha convertido en una ciencia compleja que requiere tanto esfuerzo y dedicación como la propia profesión. Mantener atractivo tu escaparate de Internet y generar tráfico hacia él no es tarea fácil y exige dedicación, organización y buenas herramientas.
Por otro lado, la competencia en la red y el flujo enorme y constante de fotos generadas y subidas en tiempo real por infinidad de personas produce un ruido que en nada beneficia a la fotografía, desde el punto de vista de “hacia dónde vamos”. En mi opinión tal cantidad de información produce una falta general de atención y de criterio, por lo que las imágenes y los autores de calidad pueden pasar completamente desapercibidas. En este río revuelto pescan los más espabilados.
A lo largo de tu trayectoria, has sido galardonado con importantes premios, méritos y reconocimientos, ¿Qué se siente al ver que tu obra es reconocida?
La participación en concursos y calificaciones ha sido una forma de aprendizaje, motivación y evaluación fundamental para mí.
Ver reconocido tu trabajo te anima y te da seguridad, aunque viene a ser como ciertas medicinas o drogas, que causan efectos distintos en cada persona. En mi caso he procurado no engancharme y disfrutar sin levitar (manteniendo los pies en el suelo).
Lógicamente, los reconocimientos significan una ventaja competitiva debido a la imagen de fiabilidad y garantía que traslada al cliente. Pero, precisamente por ello, también pueden generar suspicacias en algunos compañeros de profesión. Por esa razón nunca he perdido de vista el respeto debido a los demás fotógrafos, entendiendo que era la única forma de merecerse el respeto por parte de ellos. Así, hasta el día de hoy he mantenido mi currículum actualizado y disponible para ser consultado, pero con objetividad y sin ningún tipo de pavoneo, convencido de que, por otro lado, la ostentación exagerada puede resultar negativa de cara a los posibles clientes.
A la postre, en mi opinión, el reconocimiento no te lo dan los premios, sino tu seriedad, tu constancia y tu comportamiento digno. Y tampoco te lo dan los jurados, sino tus amigos, vecinos, familia, compañeros, clientes y, en mi caso, también los alumnos…
Contaré una anécdota: este año al finalizar el curso los Alumnos de Básico/Avanzado tuvieron el detalle de regalarme entre todos un puntero láser (de los buenos). Para mí eso fue un gran reconocimiento, aunque no conste en mi currículum.
Ahora, hablemos de tu web ¿Porque decidiste venir a Arcadina?
Necesitaba actualizar la imagen de mi antigua web, que aunque con muchos contenidos y bien posicionada, generaba un alto porcentaje de rebote, supongo que debido a la excesiva cantidad de información que ofrecía al primer golpe de vista. Por otro lado también quería una web adaptada a móviles y tabletas. Podría haber adaptado la antigua pero me hubiera costado mucho más que pasarme a Arcadina. También me interesó que el color y el estilo de la web pudiera personalizarse.
¿Qué tipo de web tenías antes de conocernos?
Tenía una buena web y un blog integrado hecho a medida, pero pienso que el diseño se había quedado obsoleto (fotos demasiado pequeñas y exceso de texto visible por todos lados). En cuanto al gestor de contenidos tenía una filosofía muy parecida al de vuestra web, aunque la de Arcadina es más intuitiva, cuenta con ayudas, consejos y consultas online en tiempo real, por lo que se me ha hecho muy fácil el cambio.
¿Qué es lo que más te gusta de tu web actual?
Sobre todo me gusta la limpieza del diseño, el gestor de contenidos, la posibilidad de personalizar/cambiar el aspecto libremente y el hecho de que esté adaptada dispositivos móviles. La posibilidad de vender fotos a través del «Área de Clientes» me parece también muy interesante pero aún no he tenido tiempo de ver cómo funciona y activarla.
Y ¿Cuál es tu sueño?
Muy sencillo: que mi familia esté bien y que no me falte la salud y la ilusión para seguir disfrutando de esta profesión…
… Aunque no le haría ascos a un Euromillón que me permitiera publicar 50 libros de fotografías de mis viajes… 😉
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